lunes, 14 de abril de 2008

Un mar de Encinas

Vivo en un Mar de Encinas llamado Extremadura.
Es esa tierra que,estando al oeste,junto a la raya,a veces olvidada y siempre desconocida,ha dado hombres de la valía de Pedro de Valdivia,Francisco Pizarro,Francisco de Orellana...
Es esa tierra que brilla de color verde,que se despierta con el canto de las perdices y se duerme con ese olor a brezos y jaras.
Es esa tierra de encinares eternos,de alcornoques enormes,de jarales intensos,de regatos alegres,de granitos y pizarras,de olivas,de uvas...de gente buena.

Extremadura,sus pueblos,sus balcones floridos,su grandes Castillos,sus plazas y fuentes,sus gentes.

Es Extremadura mi tierra adoptiva,de grandes llanuras,de ríos,pantanos y sierras escarpadas que acogen en sus faldas a los corzos,los ciervos,los jabalíes,los zorros...

¿Por qué será que cuando me alejo de ella me falta el aire?¿Por qué será que cuando no la veo me late el corazón más despacio?

Gracias,Papá.Gracias por haberme enseñado a amar a la que que tanto nos da y tanto nos ha dado ya.

Ojalá y Dios quiera que viva y muera aquí y que en mi lecho de muerte pueda oler a jara y brezo.Es lo que más quiero.

1 comentario:

SIMBAD dijo...

Supongo que con lo que escribes tu padre se sentira orgulloso de ti, yo al menos lo estaría y mucho.
SIMBAD