Lagos y Cabo de San Vicente (en moto)

Soy apasionado de las motos.Mi padre y mi hermano,también lo son.
Tengo moto desde los 9 años,que me regalaron una de aquellas motos de cross de 50cc que había hace ya muchos años.Aquella era una Puch Minicross...era perfecta.

Desde entonces,ha llovido ya mucho...tanto como para llenar los pantanos de la cuenca del Guadiana y regar nuestros campos muchas veces.

Ya pasado el tiempo,y después de haber pasado por varias categorías,tuve una moto trail de esas para viajar cómodo y como las que hacían el Rally París-Dakar.Le puse sus maletas y bolsas de depósito para los mapas.

Siempre he compartido aficiones con mi hermano,lo cual nos ha convertido en uña y carne para todo.Sin duda para las motos y la afición a viajar,lo somos.

Se nos ocurrió hacer una viaje de una semana en verano,combinando playa con campo y motos.
Por eso,decidimos irnos a Lagos y Cabo de San Vicente a conocerlo.Reservamos un apartahotel para centra como base Lagos.El hotel,un hotel sencillo de playa,Meia Praia Beach Club en la playa de Meia Praia (Lagos)
La habitación daba vista a la mar y era una gozada descansar mirando las olas.

Salimos de Badajoz ya tarde,casi de noche,porque los trabajos no nos permitieron más que eso.
Los moteros tenemos por costumbre evitar las autovías para recorridos no muy largos.
Por eso,bajamos hasta Huelva por la nacional y fuimos camino de Tavira.Tavira es un pueblito cercano a la frontera muy simple.El hotel,recién inaugurado,nos dejó descansar como Dios manda,después de varias horas de moto.(Vila Galé Tavira...muy bueno)
A la mañana siguiente,desayunamos por los alrededores y tomamos carretera a Lagos.
No tomamos la autovía y aprovechamos para ir viendo los pueblos del camino.
Portimao nos llamó la atención.Tiene una ría donde pescan algunos pescados con la marea alta y parecía un pueblo muy bonito,aunque demasiado masificado de turismo.
Recomiendo visitar el Cabo Carvoeiro...es un acantilado precioso y muy alto.

Una vez llegamos a Lagos,nos llevamos una enorme sorpresa.Es un pueblo precioso.
Ya está un poco tomado por el turismo,pero por entonces era un encanto.Un pueblo blanco,tranquilo y con un puerto deportivo muy bonito.

Buscamos el hotel y descansamos un rato para retomar fuerzas.
por la noche,lo típico,calles llenas de gente que pasea viendo a los artistas que hacen sus gracias en la plaza,cantautores que cantan sus canciones a los que pasean con un helado en la mano...

Desde ese hotel,cada mañana salíamos buscando sitios nuevos con las motos.
Cabo de San Vicente era visita obligada,entre otras cosas,por la cantidad de veces que me ha contado mi padre que ha pasado casi rozando la costa.(Es marino)
Me emocionó bastante ver el faro que tanto buscaba mi padre en el horizonte cuando venían de América camino de Africa.

Tomando algunos caminos,llegamos a playas preciosas y desiertas como la Praia do Amado (dirección norte) hasta casi Vilanova de Milfontes.

En Sagres,comimos una dorada a la brasa espectacular dando vista a la mar.Visitamos el Forte de Sagres que era un antiguo puesto militar que controlaba la costa y está en un acantilado.

Otro día,visitamos la sierra de Monchique,desde la cual se puede ver el pico Suroeste de Portugal.Un sitio precioso que,por desgracia,algún desgraciado quemó al año siguiente y aún se está regenerando.

Cada tarde,descansábamos aprovechando las últimas horas de luz en la playa mientras comentábamos el viaje del día y planeábamos el del día siguiente con el mapa en la mano.
Cada tarde,nos refrescábamos en las aguas frías del atlántico.

Ya de vuelta,atravesamos los encinares de Sines a Montemor-o-novo hasta tomar la autovía hasta Badajoz.Es una zona preciosa con encinares muy densos.

Sin duda,Portugal es un paraíso que estoy conociendo poco a poco.Sin duda,Lagos y Cabo de San Vicente,en moto,fueron una gran experiencia.

Adoro Portugal y sus gentes buenas...